Podemos definir la huella de carbono en un edificio como el total de los gases de efecto invernadero que tiene un producto o construcción, ya sea de un edificio o de una vivienda. El cálculo de la huella de carbono de un edificio nos obliga a responsabilizarnos en el momento de la creación de un edificio o construcción que sea sostenible y que tenga eficiencia energética, y nos permite conocer cual es su ciclo de vida, cuanto contamina y como contribuye a la generación de gases de efecto invernadero.
CÁLCULO.
En el momento del cálculo existen diferentes metodologías y herramientas, que se centran en analizar las fases y acciones del edificio. Tras esto, se busca descubrir la zona donde más consumo hay, y una vez encontrada, debemos optimizarla o actualizarla, con lo que conseguiremos disminuir la huella de carbono.
ETAPAS DEL CÁLCULO.
- Fase de la extracción de las materias primas y su transporte, para posteriormente comenzar con la construcción. Para que la huella de carbono se encuentre en un nivel bajo, los expertos recomiendan el uso de materiales ecológicos y sostenibles.
- Fase de construcción, el cambio de uso del suelo, la energía por uso de maquinaria, donde se realizan los trabajos y las mediciones como cuanto es el consumo de agua y la forma en la que producen de desechos.
- Fase de operación y uso, donde se estudia como es el consumo de energía, de agua potable, el mantenimiento… El uso de energías renovables y de sistemas eficientes nos ayuda a la disminución de la huella de carbono.
- Fase de fin de uso o servicio, en esta última fase debemos tener en cuenta el consumo que supone el proceso de demolición y el traslado de los materiales. Este apartado debe haberse tenido en cuenta desde el comienzo de la construcción, ya que de nada serviría construir un edificio sostenible, si al final de su vida no se reciclan los elementos que lo formaban.
Gracias a la calculadora de la huella de carbono, conseguimos información que nos indica las mejores estrategias para la disminución del CO2. Una de las herramientas mejor valoradas para esta labor se la conoce como EMMA, la cual es una solución que permite supervisar y predecir la huella de carbono de un edificio. Esta recoge información sobre el uso de electricidad, tráfico de personas, previsiones meteorológicas, calidad del aire… Con el fin de crear una instantánea diaria de la huella de carbono del edificio y compararla con datos históricos para determinar una previsión óptima.
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